En la inauguración de la XCVIII Reunión Nacional Extraordinaria de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM), José Ángel Córdova Villalobos, médico y político mexicano, presentó la conferencia magistral “Profesionales de la salud para el nuevo siglo” para abrir el ciclo de conferencias que se ofrecieron durante toda la jornada.

Platicamos con Córdova Villalobos, quien fue Secretario de Educación Pública del Gobierno de México; con anterioridad fue Secretario de Salud y Diputado Federal de la LIX Legislatura, acerca de su experiencia con la medicina, educación y de las experiencias que guarda de Tabasco.

Después de una carrera tan larga en la medicina y la política, ¿qué visión le ha dejado su trayectoria para con la enseñanza de la medicina?
Mi vocación conjuga esos dos aspectos: uno que es la parte docente, he sido maestro desde 1971, empecé a dar clases en la Normal Superior y en Bachillerato, y después pues toda mi vida, incluso cuando estuve en el extranjero tuve la oportunidad de ser docente. Por otro lado soy muy feliz de ser médico, disfruto mucho de la medicina, poder trabajar y ayudar a los demás. Y dentro de estas actividades, prácticamente una buena parte de mi vida la he dedicado tanto a la docencia, de la cual ya estoy jubilado en la Universidad, como a la atención médica que la sigo practicando, esto en la ciudad donde vive mi familia, en León, Guanajuato.

Estas experiencias de vida que he tenido, como Secretario de Salud Nacional, como Secretario de Educación Nacional, como Presidente de la AMFEM, como Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados entre otros, y de muchas asociaciones, van moldeando y mejorando los conocimientos que tiene uno de las realidades que vivimos en el país, de que es lo que se necesita, que es lo que falta, por donde hay que trabajar, cuales son las estrategias a seguir para poder lograr los grandes cambios.

Los años te van dando ese conocimiento, por otro lado te dan esa visión central sobre donde hay que incidir como hay que ir haciendo las cosas, cuales son algunos rezagos que tenemos, algunas costumbres inadecuadas, las desviaciones que se tienen en la aplicación de los programas, y tratar de ir al grano, yo siempre he sido muy pragmático, descubro o he tratado de descubrir donde ha estado el problema y trato de resolverlo de la mejor manera lo más rápidamente posible, buscando y tratar de lograr la colaboración.

Profesionales de diversas áreas de la salud, coinciden en que hacen falta médicos especializados.
Creo que hacen falta médicos especialistas en algunas áreas, porque ha ido cambiando la epidemiología. Considero que no tenemos suficientes médicos generales, que no se les ha dado el valor que merecen y tenemos que reformar precisamente el curriculum para capacitarlos mejor en los problemas diarios del país, finalmente los recursos humanos en cualquier área tienen que estar preparados para resolver los problemas de donde estén trabajando.

Antes, por ejemplo, la mayor parte de las enfermedades eran infecciosas en los niños, pues para eso hay que estar muy bien capacitado, o también el cuidado del embarazo, por las mujeres que antes tenían 6 o 7, 8 o 10 hijos. Ahora las cosas han cambiado, los problemas son relacionados con la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, del cáncer, y ya las mamás tienen menos niños, por otro lado los niños son más sanos.

Necesitamos médicos generales que como les digo yo sean generales de los médicos, que sean los más capacitados para resolver la mayoría de los problemas médicos en México. Cuando un paciente tiene una complicación y se tiene que ir a un hospital, pues ha sido un fracaso en la prevención eso es lo que significa, porque no se hizo bien prevención, y ese paciente fue progresando hasta las complicaciones.

Ahora si hay ciertas áreas, y bueno, seguramente organizaciones buscan o quieren o tratarían de tener más especialistas, pero la verdad es que no son tantas, algunas son muy particulares, por ejemplo la geriatría que no se si te has dado cuenta de que ya hay mucha gente adulto mayor. Era una pirámide, antes era una pirámide invertida, ahora se está convirtiendo en lo que yo llamo un pambazo (risas), porque es más gruesa en medio. Hacen falta específicamente oncólogos pediatras, eso si hace falta, cirujanos oncólogos pediatras y médicos oncólogos pediatras, hace falta cirujanos cardiovasculares para los niños también.

Hay ciertas especialidades que sí están un poco descubiertas, pero hay otras que están ya saturadas, entonces aquí lo que hace falta también y como lo he mencionado, es una correcta planeación de los recursos humanos, que necesitamos, que vamos a ocupar y que van a tener un área donde desarrollarse, porque a veces se hacen las cosas sin planeación.

Acerca de la planeación de recursos humanos, qué opina de las escuelas de medicina en la actualidad.

En los últimos años se ha visto una proliferación de escuelas de medicina que no llenan los requisitos de calidad que implica formar un médico que es responsable de las vidas de las personas y que es inaceptable, entonces estamos trabajando en eso, para que exista un mejor control, que sea una obligación estar acreditado para que así los jóvenes que quieran ser médicos tengan la garantía de que la escuela a la que están asistiendo sea de calidad.

Otro problema que existe es que a veces se toman decisiones más por el punto político que por el punto de vista de las necesidades, y por la autonomía estatal que tiene muchos estados, por el capricho o gusto de alguna autoridad que decide abrir alguna escuela de medicina pese a que haya ya varias escuelas de medicina por fundar una, entonces son actitudes verdaderamente irresponsables. Si hay muchas escuelas de otras áreas, varias profesiones sin demeritar ninguna, pero ahí no estás poniendo en riesgo la vida de ninguna persona, eso estamos buscando (acreditar escuelas de medicina), porque en Medicina un error humano puede costar una vida.

Cuando fue Secretario de Salud, enfrentó la inundación más grande que tuvo Tabasco en su época actual, esto fue en el 2007. ¿Cuál fue su experiencia?
Bueno, fue uno de los primeros retos que tuve. Dentro de los riesgos epidemiológicos, por un lado por la cantidad de gente que estuvo albergada, que tuvo que dejar sus casas, por otro lado por el riesgo de las epidemias, que de hecho existía en todo el sureste, un brote de dengue, y que sabemos que cuando hay inundaciones, agua que se acumula, prolifera más el mosco y se transmiten los casos.

Estuvimos viviendo aquí prácticamente un mes, íbamos y veníamos a la Ciudad de México, pero por lo menos dos o tres días de la semana aquí estábamos, y viviendo codo con codo con el entonces Gobernador y el Secretario de Salud, todas las realidades, cada día, tanto de los albergues, viendo las necesidades que tenía la población, haciendo que se cumplieran los programas, estando atentos a la existencia de brotes. Fue una experiencia muy enriquecedora, que además como es el pueblo de Tabasco de abierto, de entregado, de agradecido, para mi fue una gran satisfacción lo que pudimos hacer, lo que hicimos juntos.

Y finalmente del dengue por ejemplo, establecimos por primera vez en la república – no lo habíamos hecho – las fumigaciones aéreas, porque teníamos mucho temor de que se nos extendiera, y que pudiéramos tener miles y miles de casos y no, afortunadamente nos salió muy bien, y no nada más no aumentaron, sino disminuyeron los casos de dengue, entonces fue muy satisfactorio, la gente tenía mucha confianza, la gente nos ayudó mucho, y además de la amistad con el Secretario y con el Gobernador, nos ayudó trabajar juntos aunque no éramos de los mismos partidos, -pero en la política de salud creo que ahí los partidos, no deben de contar y siempre lo practicamos así-. Entonces estuvimos muy contentos y forjamos una buena amistad, que después continuó los siguientes años hasta el 2011 que estuve de Secretario.

Aprendí de la nobleza, de la bondad, de la amistad de los tabasqueños, de su calidez y también de la gastronomía extraordinaria que tienen, que a mí me encantan los moluscos del mar y aquí como en pocos lugares de México, los tienen de manera tan diversa, que en realidad no fue un sacrificio, fue un disfrute global, y sobre todo cuando uno está trabajando y tratando de que las cosas salgan bien y salen bien, pues lo pudimos hacer, y esos son los bonitos recuerdos que tengo

Nos puede dar un mensaje para los jóvenes que se dedicarán a esta profesión.

Que sigan trabajando duro, que su ambición no sea lucrativa, o de hacer dinero con la medicina, sino que sea un vocación de servicio. Finalmente el que está bien preparado, el que trabaja, le va bien, pero no hay que pensar en que me tengo que hacer millonario para ser feliz, la verdad es que si hace uno lo que le gusta y vive uno discretamente, puede uno ser feliz, porque le da a uno esta dicha de la atención de los pacientes, la atención de verlos y por supuesto la familia.