‘Esos modos de “las palmaditas en la espalda” para la gente’ no le gustaban, aseguró el Mtro. Vicente Gómez Montero acerca del homenaje póstumo realizado en honor del Arq. Miguel Ángel Stanich Cristante. Pero como él dijo también, “optamos por no hacerte caso, como en muchas ocasiones y ofrecerte este sencillo pero delictivo reconocimiento”.
Fue así como en presencia de Gabriela Mari Vázquez, Directora General del Instituto Estatal de Cultura (IEC), y la comunidad teatral que se dio cita en el auditorio Carmen Vázquez de Mora de la Casa de Artes José Gorostiza , artistas y actores que pasaron por el Taller de Teatro de la Universidad Olmeca, deleitaron a los presentes en el escenario para honrar a su fundador.
El famoso método con el que aprendieron teatro, como sus alumnos lo llamaban “Stanichlavsky” y sus ya instauradas supersticiones en cada representación del Taller de Teatro, fue parte de la remembranza que David Herrera Sánchez, uno de sus primeros alumnos de la UO compartió, esto agradeciéndole la enseñanza de vida que con el aprendizaje de la actuación dejó en él: Gracias por tanto Miguelito, gracias por tanto.
Tan sólo con el Taller de Teatro de la Universidad Olmeca, fueron más de 20 obras puestas en escena, con alrededor de 250 representaciones a lo largo de 23 años ininterrumpidos. Desde una pequeña pastorela montada en diciembre de 1993 llamada “El regalo de Dios”, hasta la obra “Extraño juguete” puesta en escena apenas en marzo de este año.
“Caminando por Rosario” de Fito Páez y “Cuando un amigo tuyo se va” de Alberto Cortez, musicalizaron los videos realizados por el productor Javier García Vidal, egresado de la Licenciatura en Comunicación de la UO, en los que emotivamente se mostró parte de la vida del Arq. Stanich, y su paso por el Taller de Teatro.
La Compañía de Teatro Celestino Gorostiza, hizo acto de presencia con Lorena López y Jonathan del Castillo, que bailaron “Madrid” chotis de Agustín Lara porque, a decir de Gómez Montero, a pesar de ser argentino, “ese (baile) si te gustaba”.
Con “Por qué cantamos” poema de Mario Bendetti, en la voz de Pablo Arias; y dos escenas de “La Casa de los Siete Balcones” de Alejandro Cazón, representadas por Eva Teresa Pérez del Alto, Víctor Jiménez, y Zoraida Zebadúa Álvarez, del Taller de Teatro de la Universidad Olmeca, también celebraron la vida del argentino.
El final se vio marcado por una sincera declaración de Vicente Gómez: Hay algo que podemos ofrecerte sin menos cabo de tu agradable presencia siempre, el último aplauso. El último aplauso para que llegues al cielo con todo el tiempo.”